Un preludio es una pieza musical breve, usualmente sin una forman interna particular, que puede servir como introducción a los siguientes movimientos: <fuga>, <Sonata de una obra que normalmente son más complejos y grandes>.
Muchos preludios tiene un continuo "ostinato" debajo del fondo, usualmente de tipo rítmico o melódico: (ostinato [italiano]: técnica de composición consistente en una sucesión de compases con una secuencia de notas de las que una o varias se repiten exactamente en cada compás). También hay alguno de estilo un poco más improvisado. El preludio también puede referirse a una "obertura", particularmente a aquellos de una ópera, oratorio o ballet.
En su origen consistía en una improvisación del músico para afinar los instrumentos y relajar los dedos. Durante los siglos XV y XVII se compusieron preludios no ligados a ninguna obra. Durante el siglo XVIII, cuando el preludio se asocia a la <Fuga> con Johann Sebastian Bach en su obra para órgano y así, la forma alemana "preludio y fuga" alcanza su máxima cumbre en las obras compuestas para órgano.
Durante el romanticismo, el preludio se constituye con forma independiente y principalmente para piano, gracas a las composiciones de Frédéric Chopin, Rachmaninov y Debussy. Pero siempre se mantiene su original de introducción, tales como en las óperas de Richard Wagner.
LOHENGRIN, mi preludio preferido, es justamente un composición de Richard Wagner. Ésta es una ópera romántica en tres actos, con música y libreto del compositor. Estrenada en el año 1850, dirigida por Franz Liszt. Esta ópera ha inspirado a otras obras de arte.
Se considera que Lohengrin es la más italiana de las obras del alemán (Wagner). Las partes más conocidas son los preludios del primer y del tercer acto, la marcha y el coro nupcial, que tradicionalmente se interpreta en las bodas de la mayoría de los países occidentales.
Giorgina Antolini