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PorSuiGieco
En 1974, los líderes del rock acústico se reúnen para salir de gira. Sin un proyecto formal más que «compartir buenos momentos, divertirnos tocando y cantando», Charly García, Raúl Porchetto, Nito Mestre, León Gieco y María Rosa Yorio (por entonces la mujer de Charly) forman PorSuiGieco y su Banda de Avestruces Domadas que, recién en 1976 y tras varias postergaciones y problemas, grabaron un disco con el nombre del grupo (PorSuiGieco). El disco padeció de la presión de la censura ejercida por el gobierno democrático de Isabel Perón, y debió ser editado sin el tema «El fantasma de Canterville» (aunque muchas copias lo incluían pero no estaba anunciado en el sobre interno). Años más tarde, en 2002, una reedición del disco en formato CD, pondría las cosas en su lugar. El folk acústico de la propuesta original derivó en un estilo más eléctrico y elaborado, aunque sin perder la frescura que caracterizó a la agrupación.
Sui Géneris estaba agotado. Charly comenzó a incursionar por otros caminos de la música. A la vez, empezó a ir al psicoanalista porque se seguía sintiendo muy angustiado. Se pasaba todo el día encerrado en su departamento, tocando y componiendo, prácticamente sin hablar con nadie. Después de grabar el álbum PorSuiGieco, el siguiente proyecto de García fue La Máquina de Hacer Pájaros (nombre que tomó de una historieta del dibujante Crist), con Carlos Cutaia (teclados), Gustavo Bazterrica (guitarra y coros), José Luis Fernández (bajo y coros) y Oscar Moro (batería y percusión).
La Máquina de Hacer Pájaros (1976 - 1977)
La Máquina fue el intento más complejo y profundo de rock sinfónico en la Argentina, y en él, García introdujo la novedad de dos tecladistas simultáneos. Esta banda fue una de las bandas argentinas más trabajadas en cuanto a su sonido, el grupo no fue bien recibido por la crítica y el público, pero su sonido se adelantó varios años en el tiempo.
Debutaron en Cosquín, donde estrenaron algunos temas que luego compondrían el disco que llevó el mismo nombre de la banda, durante varios meses, de jueves a domingo, se presentaban en La Bola Loca, el boliche de Atilio Stampone que alberga cada noche a más de doscientas personas para poder verlos tocar en vivo.
El Golpe Militar asustó a todos, Charly García sentía miedo y salía a la calle lo menos posible, creía que en cualquier momento su nombre integraría las listas negras, no solo temía por su vida, sino también porque pronto iba a convertirse en papá. En marzo de 1977 María Rosa dio a luz a Miguel Ángel García, a pesar de la llegada del bebé, las cosas en el matrimonio no andaban nada bien, Charly García estaba muy embalado en sus proyectos, solo prestaba atención a su música y ella se sentía sola, a los pocos meses decidieron separarse. No pasó mucho tiempo para que María Rosa encontrara una nueva compañía, nada menos que en el mejor amigo de su exesposo, Nito Mestre. Durante ese invierno, La Máquina se reunió en un sótano que cada vez que llovía se inundaba, para dar forma a un segundo disco: Películas. En su momento tenían un extraño récord, su primer disco había sido el más caro de la historia en Argentina, porque había costado más del doble que la producción de un disco común.En el Festival del Amor fue la última presentación de La Máquina, en un colmado Luna Park, el 11 de noviembre de 1977, donde compartieron el escenario con Nito Mestre, León Gieco, Raúl Porchetto, Gustavo Santaolalla, los hermanos Makaroff, entre otros. A García le costaba acostumbrarse a esa nueva vida de padre, alejado de María Rosa. En ese momento aciago conoció a Marisa Zoca Pederneiras, una bailarina brasileña del ballet de Oscar Araiz. Zoca sería su mujer hasta fines de los años ochenta y la inspiradora de varias de sus canciones, como «Zocacola» y «Ella adivinó».
Serú Girán (1978-1982)
Tras las peleas en La Máquina, Charly García tomó la determinación de dejar la banda en 1977 y viajar a Brasil con David Lebón, su amigo desde la época de Sui Géneris. Con el dinero recaudado en el Festival del Amor (Luna Park, 11 de noviembre de 1977) alquilaron una casa por tres meses en Búzios, al norte de Río de Janeiro. La elección del lugar se debió a la necesidad de García de estar cerca de su novia Zoca Pederneira y, de paso, para escapar a la noche represiva de la dictadura militar que gobernaba la Argentina. En San Pablo, Charly conoció a los padres de Zoca. Los Pederneira eran una familia de artistas, y se quedaron fascinados con Charly. Artísticamente hablando, García fue influenciado por ciertos artistas brasileños, sobre todo Milton Nascimento.
A pesar de los éxitos comerciales de Sui Géneris, Charly era indigente. En 1978 vivió con Zoca en Brasil una vida centrada en la naturaleza, la pesca y la recolección de frutas. Charly estaba ahora decidido a formar una nueva banda, pero él todavía estaba en la ruina. Haciendo su camino de retorno a Buenos Aires, comenzó una nueva búsqueda de compañeros para banda. Charly necesitaba un bajista y un baterista, y se encuentran en un concierto de Pastoral. Allí se contrató a un bajista talentoso de 19 años de edad, Pedro Aznar, además de su antiguo compañero de La Máquina, el baterista Oscar Moro. La banda estaba integrada por Charly García (voz, teclados), David Lebón (voz, guitarras), Pedro Aznar (bajo, voz), y Oscar Moro (batería). Charly y David eran los compositores principales.
Charly García ahora tenía una banda completa, pero todavía le faltaba dinero. En 1978, Billy Bond se reencontró en San Pablo con García y Lebón, que le estaban dando forma a Serú Girán. Billy les produjo el disco de ese nombre, haciéndoles firmar un contrato leonino. No satisfecho con esto, Bond tomó algunas pistas grabadas por la banda y descartadas para Serú Girán, agregó encima su voz y las usó para Billy Bond and the Jets, un disco editado en 1979 que pasó desapercibido en aquella época. En este álbum se encuentran las canciones «Loco (no te sobra una moneda)», el irónico tema disco «Discoshock» (ambas de García) y una nueva versión funky de «Treinta y dos macetas», del célebre primer trabajo solista de David Lebón, aquí renombrada «Toda la gente». Luego dicha formación se desarma y queda conformada Serú Girán, con melodías virtuosas y letras que entre la ironía y la angustia retrataron la situación bajo la dictadura argentina. La popularidad de este grupo también se ve reflejada en las ―ahora tradicionales― encuestas de la revista Pelo. Serú Girán ganó las categorías de mejor guitarrista, mejor tecladista, mejor bajista, mejor baterista, mejor compositor (García) y mejor grupo en vivo en los años 1978, 1979, 1980 y 1981. A esto se le agrega grupo revelación 1978; mejor cantante (Lebón) 1980 y 1981; mejor tema 1978 (Seminare) y 1981 (Peperina) y mejor álbum 1978 (Serú Giran).
Aunque la banda regresó a Buenos Aires con grandes expectativas para el nuevo proyecto de Charly García, los comienzos fueron difíciles, era 1978 y el primer disco no convencía a un público escéptico, el primer concierto de la banda fue mal recibido, ya que el público se esperaba una nueva encarnación de Sui Generis, al día siguiente, el OP especializado de prensa denomina a Serú Girán como la peor banda en Argentina y acusó a David Lebón de que su voz en sus canciones sonaba homosexual, la relación de la banda con los medios de comunicación no fue cordial. Un número de la popular revista argentina llamada Gente publicó un artículo despectivo titulado «Charly García: ¿ídolo o qué?». A pesar de la fría recepción, los miembros de Serú Girán estaban convencidos de que tenían un buen proyecto y persistió. Con el tiempo obtuvo cierta aceptación del público.
Serú Girán continuó durante el año 1979 y evolucionó notablemente. Su nuevo disco fue titulado La grasa de las capitales y su portada era una broma dirigida a la revista Gente. El público le dio al álbum una recepción entusiasta. Las presentaciones de la banda fueron resultando cada vez mejores, y finalmente se llevaron a cabo en lugares más grandes. El «especializado» de prensa cambió de tono, y un romance parecía desarrollarse entre el pueblo y Serú Girán.
Las expectativas eran altas en 1980 para el nuevo disco de larga duración de Serú, que se llamaría Bicicleta, un nombre que Charly había favorecido para la banda (pero fue criticado por los demás miembros). La banda sonaba más madura en este disco. «Canción de Alicia en el país» estableció una analogía extraña entre la historia de Lewis Carroll y el gobierno militar argentino.
Patricia Perea, una estudiante de 18 años que trabajaba como corresponsal de la revista El Expreso Imaginario, cubrió un concierto de Serú Girán y los criticó fuertemente después de que ellos tocaran en Córdoba, alegando que sus actuaciones en el interior eran inferiores a los que ofrecían en la Capital Federal. Serú Girán se vengó de Perea a través de su cuarto LP: Peperina, que era su apodo, con una canción sobre ella, que también fue llamada «Peperina». La historia fue posteriormente ficcionalizada en una película homonónima protagonizada por Andrea del Boca. El álbum llevaba un mensaje político. La canción «José Mercado» era una clara referencia a José Martínez de Hoz, ministro de economía.
En enero de 1981 Aznar fue convocado por el guitarrista estadounidense Pat Metheny para incorporarse a su banda. Acordaron encontrarse en Estados Unidos, ya que Pedro viajaría al año siguiente para estudiar en el Berklee College of Music. Este hecho marcaría el final de la banda. El 5 y 6 de marzo de 1982 se hicieron dos recitales para despedir a Pedro Aznar, sin saber que sería la despedida de Seru Giran hasta diez años después. Los emotivos recitales fueron grabados y el resultado fue el quinto disco de la banda No llores por mí, Argentina. Ese año, García inició su carrera solista.
Carrera como solista (1982-actualidad)
En 1982, la Argentina estaba en proceso de cambio político. Después de la Guerra de las Malvinas en junio, estalló el caos social y el gobierno militar perdió parte de su poder. Ese año García debutó como solista, hizo la banda sonora de Pubis angelical, película de Raúl de la Torre, adaptada de la novela de Manuel Puig, también guionista. El material salió ese año editado en un álbum doble junto a Yendo de la cama al living. Ayudado por la difusión que se le daba en ese momento al rock nacional a través de los medios de comunicación (durante la Guerra de Malvinas estaba prohibido pasar música en inglés), el disco tuvo una gran recepción en el público. En él venían canciones antológicas, como por ejemplo «No bombardeen Buenos Aires» (que reflejaba el momento de la guerra de Malvinas), «Inconsciente colectivo», «Yo no quiero volverme tan loco» o «Yendo de la cama al living». Para este trabajo, la banda estaba formada por Willy Iturri en batería, Gustavo Bazterrica en guitarra, Cachorro López en bajo y Andrés Calamaro en teclados (estos tres últimos integrantes de Los Abuelos de la Nada). Este material fue presentado en un imponente recital (ante 25.000 personas) en el estadio de Ferrocarril Oeste, el 26 de diciembre de 1982. En esos meses, además de grabar su primer disco solista, Charly produjo artísticamente a Los Abuelos de la Nada, que «telonearon» el recital de Ferro junto con el incipiente Suéter, este último muy mal recibido, con insultos y objetos arrojados al escenario.
En 1983, Charly García dejó Buenos Aires con una maleta pequeña. Al regresar a Buenos Aires desde Nueva York, trajo una nueva calidad. Ese año apareció Clics modernos, grabado y mezclado en Nueva York. Este nuevo trabajo presenta un giro en la música de García, con la introducción de ritmos bailables, canciones más cortas y por momentos más irreverentes, acordes a los aires de renovación que empezaron a llegar con la apertura democrática. Canciones como «Los dinosaurios», «Nos siguen pegando abajo (pecado mortal)» y «No me dejan salir» se convirtieron en éxitos en la carrera de Charly. Este material fue presentado los días 15, 16, 17 y 18 de diciembre en el estadio Luna Park, acompañado por Pablo Guyot (guitarra), Alfredo Toth (bajo), Willy Iturri (batería), Daniel Melingo (saxo), Fabiana Cantilo (coros) y un joven rosarino en los teclados: Fito Páez. Este disco no fue bien entendido por el público, pues incluía (por primera vez en Argentina) temas «bailables», es decir: el ritmo tomaba otra dimensión, recortando las letras, hasta entonces concepto primordial del rock nacional. Tuvo un reconocimiento más tardío.
El 10 de diciembre, el curso de la historia argentina dio un giro cuando el gobierno pudo ser elegido democráticamente por el pueblo. En 1984, Charly García realizó muchos espectáculos bien recibidos, y grabó otro álbum durante los últimos meses. La trilogía esencial de García se completa con Piano bar, un álbum roquero que tiene en «Demoliendo hoteles» y en «Cerca de la revolución» sus máximos logros. También lanzó Terapia intensiva, un maxi-simple compuesto, producido y arreglado por García para la obra de teatro homónima de Antonio Gasalla.