René Descartes fue un filósofo y matemático francés, pionero en introducir las ideas del racionalismo en la modernidad. La historia del pensamiento filosófico occidental se inicia con la antigua filosofía griega, a esta le sigue el apogeo y la crisis de la escolástica en la Edad Media, para dar lugar a la revolución científica del Renacimiento en el siglo XVII. La revolución científica renacentista es la que preparó el escenario para las ideas modernistas de racionalidad que presentó el filósofo y matemático.
En efecto, el primero de los “ismos” filosóficos de la modernidad fue el racionalismo. Descartes, su iniciador, se propuso echar por tierra todo el pensamiento de la tradición, y construir un nuevo edificio sobre la base de la razón y con la eficaz metodología de las matemáticas. A través de su «duda metódica» se cuestionó varios principios y postulados metafísicos, que le valieron la persecución y el cuestionamiento.
La duda metódica que inauguró Descartes, consistía en un método que permitía someter a juicio a todos los conocimientos de la época, con el objetivo de hallar los principios sólidos sobre los cuales cimentar la base del saber. Este principio fundamental e irrefutable del saber lo halló en la existencia de la propia conciencia que duda, sintetizada en su famosa frase “pienso, luego existo”.
A su vez, introdujo el método cartesiano, que consistía en descomponer problemas complejos en partes más sencillas, hasta llegar a elementos básicos que no requirieran de demostración, que se presentaran como evidentes ante la razón. A partir de ellas, se podría reconstruir todo el complejo. Este sistema estaba destinado a ser aplicado a todas las ciencias y disciplinas de la época, llegando él mismo a elaborar teorías como la ley de inercia y otras teorías físicas a partir de él.