Los profesores son un pilar fundamental en los jóvenes, y su labor juega un papel crucial en quienes son el futuro de nuestra sociedad. La docencia es una labor complicada, ya que el trato con los estudiantes suele ser difícil, y más durante el duro periodo de la adolescencia. Por este motivo, no es una profesión que puede ejercer cualquiera, requiere de un interés especial: la vocación.
Todos recordamos a algún profesor de nuestra etapa educativa que consiguió activar esa atracción hacia alguna asignatura en concreto, ya sea por su interacción con los alumnos o por su capacidad docente. Aunque desgraciadamente también los hay del caso contrario, docentes capaces de hacer odiar al máximo una asignatura. Es lógico que es importante que los profesores tengan un conocimiento profundo de lo que explica, pero eso no lo es todo en la docencia, de hecho solo es una pequeña parte de lo necesario, pues lo verdaderamente fundamental es que el maestro sea capaz de transmitir correctamente sus conocimientos y de motivar a sus alumnos. De nada sirve saber mucho si luego no es capaz de transmitirlo adecuadamente.
Por este motivo, es necesario que el profesor consiga que para los estudiantes ir a clase no sea pasar un rato aburrido y de explicaciones vacías. Al fin y al cabo ellos están horas y horas en un aula viendo pasar un profesor tras otro, y se requiere un incentivo especial para captar su atención y hacer que la educación sea una etapa realmente productiva y no un mal trago como les suele pasar a muchos jóvenes. He aquí el fundamental elemento de la vocación para afrontar este reto.
Empezá a dar clases particulares
Además, en las pruebas para acceder a ser profesor se valora principalmente los conocimientos de cada persona en un tema en concreto, y ahí es donde está el problema. No me refiero a que tener un elevado entendimiento sobre una materia sea innecesario, de hecho también es importante, pero se dejan de lado otros aspectos más importantes a tener en cuenta y que deberían considerarse para lograr un profesorado mucho más adaptado para las verdaderas necesidades de los alumnos.