Los cinco sentidos y el aprendizaje parte 2: un cubo

(¡OJO!, HAGO UN "SEMI" SPOILER DE LA PELÍCULA...)

La película va así...

En 2007 salió en cines Mr. Magorium y su tienda mágica, el doblaje al español de una cinta protagonizada por Dustin Hoffman y Natalie Portman. Recuerdo que esta era una de mis películas favoritas mientras crecía. La historia va del legendario propietario de una tienda de juguetes que están vivos y se divierten con sus posibles compradores. El dilema está en el roce entre Magorium, el dueño, ilusionado, soñador e imaginativo, y sus nuevas empleadas, Molly y Henry, llenos de incredulidad, letargo y mentalidad de negociante. Magorium no es quien les dará pelea, sino la tienda misma, con un grave problema en ciernes que le echa leña al fuego a sus propias maneras de auto limitarse.

Sin decirles tanto sobre la película, uno de los elementos más importantes de la trama es un cubo. Este simple y plano bloque único de madera es una de las cosas que más frustran a Molly: Magorium subraya una y otra vez lo importante que es y ella batalla constantemente en entender qué le ve el juguetero al cubo. Cuando ella finalmente es la encargada de la tienda y todo se está desmoronando, decide abrir realmente los sentidos hacia lo que Magorium le comunicó todo el tiempo. Consigue tener las fuerzas internas para colocar sus pensamientos en una solución para la tienda y ahí se da cuenta de que el cubo solo puede funcionar si ella pone de su parte. Ella es el complemento que le va a dar poder al artefacto de madera y soltará el gran nudo del filme.

Con lo cual quiero decir que...

¿Acaso creer es poder? ¿Soy partidario de la idea de que con esfuerzo, amor, fe, todo se puede? No, las limitantes de la realidad existen; más bien, creer es sentir. El arco de Molly en la película es uno muy común en el arte (por poner otro ejemplo cinematográfico, El expreso polar), que es el de un personaje que descubre que tiene cualidades en las que no confiaba. Lo especial de Mr. Magorium a mis ojos es que muestra a una adulta que se transforma cuando recobra su imaginación. Es una imaginación más profunda que la inventiva que te pide una empresa para cumplir metas dadas. Ni siquiera me parece una imaginación de adulto.

Aprende audiovisuales aquí

Un caso mucho más claro y famoso traído de la literatura es El principito de Saint-Exupéry. La historia acerca de un aviador que se encuentra a la mitad del desierto a un pequeño príncipe de otro planeta es para muchos niños la primera lectura de su vida, y me parece una elección fenomenal para introducirse a los libros. El texto está escrito como un desafío muy personal para su lector, sea cual sea su edad. Particularmente la sección de los dibujos del elefante y los corderos se te acerca a decirte: piensa sintiendo.

Ya saliendo de los temas de los elefantes y los cubos, en el mundo fuera de la ficción un infante también se emociona con objetos que nos parecerían muy simples. Pensemos toda la imaginación que pueden depositar en una caja...

Una caja es una casa, una nave espacial, un traje, un amigo o lo que sea que vean en ella. A mí, Mr. Magorium me encantaba porque yo era un niño muy inquieto, tenía muchas inquietudes, y esta película me maravillaba con su despliegue de vida. Así era cómo trabajaba mi cerebro en ese entonces. Si logro algún día depositar mi corazón y mis sentidos desnudos en lo que hago al nivel que lo hacía en ese pasado, me sentiré muy contento de haber recuperado algo fundamental para tener un mejor aprendizaje.

Y lo que se puede hacer es...

Devolvamos al mundo y a nuestras actividades la imaginación perdida, lo cual peligra en convertirse en eslogan si no nos percatamos de lo titánica que es la tarea. No es nada sencillo ganarle a años de educación escolar, social, de relaciones, que nos enseñan que el planeta Tierra se compone de trabajo y diversión, obligaciones y derechos. Un educador está en desventaja frente a los estudiantes muy niños. Les rebasa en su preparación, en su conocimiento práctico y concreto del tema, en su elaboración de guiones pedagógicos, pero se les queda muy atrás en su capacidad de crear de la nada, sin plan previo, con pocos recursos físicos, pero los cinco sentidos puestos a la mesa.

Es esa generación sobre la marcha a la que nos van desacostumbrando las diferentes maneras de educación. Se nos habitúa a lo predecible y se subestima la importancia de solo dejarse llevar con los regalos perceptivos que ya tenemos en el cuerpo desde que nacemos: boca, orejas, olfato, el tacto que se realiza con toda la piel, etcétera. Mientras más guías aplicamos para las personas, menos será posible comprender por fuera del plan, por fuera de la caja (queda bien la broma).

Educación musical: por qué contratar a un profesor particular de música
No hace falta decir que la educación musical en las escuelas españolas deja mucho que desear. Los jóvenes sólo reciben clases de m...

He hecho dos artículos sobre la educación y los sentidos, el primero más esquemático, puntual y técnico que este, y pese a ello creo que el tema no se agota, ni he podido dar una respuesta definitiva. Algo fundamental de los sentidos es que se interceptan y los seres vivos nos valemos de sus combinaciones para habitar el territorio. A menos que desee convertir esta reflexión en una tediosa revisión caso por caso, creo que vale más la pena ahora comenzar a llevar a la práctica esas complejas intersecciones en vez de seguir escribiendo al respecto.

Temas