Roman Moreno

Comencé a dar tutorías de inglés, de manera informal, desde temprana edad mientras asistía al colegio. Cualquier compañero que solicitaba una mano para reforzar su desarrollo en la materia, contaba conmigo para poder darle otra oportunidad al idioma. Cabe aclarar que siempre tuve facilidad con el inglés ya que estudiaba de forma extracurricular, así como también me resultaba sencillo el proceso de enseñanza con mis compañeros. De esta forma, una vez terminada la secundaria y aprobado el examen de First Certificate in English (B2), seguí con las tutorias mientras continuaba con otros estudios. Pero esta vez publicité mis clases y ayudé a preparar algunos chicos tanto de primaria como de secundaria para rendir inglés en mesas previas o simplemente ayudar con tareas, trabajos y examenes.
Con respecto a las clases, priorizo adaptarlas dependiendo cada alumno, creo que es importante reconocer sus dificultades y fortalecer donde haga falta. Además, para que el aprendizaje sea significativo, se debe crear una dinámica inmersiva y amena.
Por lo general, la primera clase suele ser de prueba, principalmente para reconocer saberes previos y la situación del alumno. Y a partir de ese diagnostico se puede reaizar una planificación. Es fundamental contar con el temario de la materia en caso de que sean clases de apoyo. SIn embargo, también se puede planificar un aprendizaje desde cero.