Licenciado en Estudios Orientales de la Universidad del Salvador (USAL) Profesor emérito de la Fac. de Filo y Letras de la UBA. Profesor de idioma Japonés en el "Laboratorio de Idiomas de la la Fac. de Filo y Letras de la UBA. Títulos de "Sado" (Ceremonia del Té) otorgados por la Escuela Urasenke de Kyoto, Japón. Me interesa difundir la cultura japonesa y compartir mis conocimientos acerca de la...
Licenciado en Estudios Orientales de la Universidad del Salvador (USAL) Profesor emérito de la Fac. de Filo y Letras de la UBA. Profesor de idioma Japonés en el "Laboratorio de Idiomas de la la Fac. de Filo y Letras de la UBA. Títulos de "Sado" (Ceremonia del Té) otorgados por la Escuela Urasenke de Kyoto, Japón. Me interesa difundir la cultura japonesa y compartir mis conocimientos acerca de la "Ceremonia del Té" en sus aspectos teórico-práctico a personas interesadas en este arte del "Chado" o "Camino del Té".
La popularidad del té es universal, pero en ningún lugar del mundo el té contribuye tanto al ambiente cultural como en Japón. Allá, el preparar y beber té ha adquirido un significado estético y se ha desarrollado en diversas realizaciones artísticas.
En Japón cuando la gente está invitada a una ceremonia de té, sabe que será recibida en un pequeño cuarto y que gozará de la compañía de otros, alejado por un momento, del mundo de cada día. El anfitrión habrá limpiado la pequeña sala, probablemente habrá colgado un kakemono, habrá encendido los carbones para poner a hervir el agua con la que se hará el té, así como seleccionado y preparado una ligera comida, todo con el deseo de hacer de una reunión tan placentera como sea posible. Esta reunión es la manifestación exterior de una clara sensibilidad interior que uno adquiere a través del estudio y de la disciplina del Chado ??, el “Camino del Té”.
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