Me llamo Nicolás, tengo treinta años y soy de la provincia de Salta, ubicada al norte de la república Argentina. Salta es una provincia muy pequeña en cuanto a posibilidades debido a la desigualdad social y la extremada pobreza en sus localidades del interior por las que he tenido la posibilidad de recorrer y conocer a fondo. Su gente es magnífica, de un corazón enorme, solidario y caritativo. Mi sueño es poder recibirme y ser un profesional totalmente dedicado a la tarea de educar y llevar el conocimiento a los lugares más remotos de mi provincia, donde los niños recorren kilómetros para poder presenciar una clase. Mi sueño es llevar el conocimiento a los lugares más olvidados, a los más pobres, a los que más necesitan. Hoy por hoy, cuesta mantener una carrera universitaria sin tener que trabajar en paralelo. Pero es un esfuerzo que el día de mañana va a dar frutos y estoy dispuesto a trabajar para que a ninguna persona le falte un derecho tan fundamental para una sociedad como lo es el derecho a la educación libre y gratuita, con el mismo nivel académico con el que se enseña en colegios privados porque educar no distingue clases sociales ni cuotas mensuales. Preparo alumnos desde que tengo quince años, cuando preparaba a mis compañeros y a compañeros de cursos posteriores para rendir exámenes, siempre con buenos resultados y por sobre todas las cosas con conceptos que son asimilados por los estudiantes con los que me tocó trabajar.