Milagro Cuello Benegas

A través de mi experiencia y conocimientos adquiridos como bailarina y como estudiante, comencé a planificar la siguiente rutina:
Todas mis clases tienen una relajación al comienzo para conectar con el espacio a realizar.
Luego hacemos una entrada en calor general donde trabajamos nuestro cuerpo en entrenamiento.
Después pasamos a una entrada en calor específica en la cual se trabajarán los pasos y/o ejercicios referidos al estilo de danza que vamos a aprender.
Trabajamos también la expresión corporal, y el teatro que nos servirán a la hora de bailar y harán de nuestras clases un ambiente más divertido y de mucha confianza.
Finalizando la clase realizamos una secuencia de baile que se cambiará cada mes y en cada clase le agregamos partes o perfeccionamos.
Al finalizar la clase realizamos una elongación completa del cuerpo y luego una relajación para retirarnos.
Algunas veces en el mes trabajamos ampliamente la flexibilidad por lo tanto dejamos más tiempo para dedicarle a esta actividad.
Las clases se adaptan a la cantidad de personas, es decir, si es particular puede ser diferente a una clase grupal, pero mantenemos ese orden generalmente.
Todas las clases están previamente planificadas y preparadas.
Dichas planificaciones están pensadas con una visión general de grupo, y al mismo tiempo poniendo atención a cada estudiante para mejorar y/o reforzar según sus condiciones.
Cuando las actividades son en grupos, planeamos presentaciones para realizar una o dos veces al año en diferentes eventos.
Son clases divertidas, con mucha dedicación y amor por lo que hago.
Recibo alumnos desde cero, que no hayan bailado nunca, así también como bailarines que deseen perfeccionarse.