Me presento. Mi nombre es Mayra y soy estudiante de 4° año del Profesorado de Lengua y Literatura. Estoy interesada a empezar a acumular experiencia dando clases antes de poder recibirme.
Actualmente, soy clases a un estudiante de 2° año de secundaria en un merendero, a dos chicos de primaria, de 1° y 4° grado, respectivamente, y a un estudiante de la carrera de Letras de la Facultad de Lomas,...
Me presento. Mi nombre es Mayra y soy estudiante de 4° año del Profesorado de Lengua y Literatura. Estoy interesada a empezar a acumular experiencia dando clases antes de poder recibirme.
Actualmente, soy clases a un estudiante de 2° año de secundaria en un merendero, a dos chicos de primaria, de 1° y 4° grado, respectivamente, y a un estudiante de la carrera de Letras de la Facultad de Lomas, de otros institutos, etc.
Puedo armar planificación de contenidos y una selección de actividades que reforzarán las tareas hechas en escuela, para poder transversalizar las mismas con lo aprendido.
Consensuaremos las horas de clases con mi disponibilidad, ya que actualmente, sigo cursando la carrera y cuento con otro trabajo independiente a mi profesión.
Me tomo mi trabajo con pasión y dedicación, apostando a construir juntos aprendizajes significativos que van a contribuir para toda nuestra vida.
Enseñar a aprender no se trata sólo de pasar el conocimiento que se tiene, no es únicamente transmitir un saber. Es ayudar a que el alumno, ávido de conocimiento y con muchas preguntas, aprenda por él mismo. Más que transmitir información, se trata de contagiar el amor por el conocimiento, de motivarlos y guiarlos. Es desarrollar la capacidad en el alumno de acceder, gestionar, analizar y aplicar eficazmente la información. Es tener la capacidad de valorar los aportes de los estudiantes y promover que compartan sus ideas e inquietudes, para inspirarlos a partir de sus propios descubrimientos e interrogantes.
"A través del diálogo se opera la superación de la que resulta un nuevo término: no ya educador del educando, no ya educando del educador, sino educador-educando con educando-educador. De este modo, el educador ya no es solo el que educa sino aquel que, en tanto educa, es educado a través del diálogo con el educando, quien, al ser educado, también educa.
Así, ambos se transforman en sujetos del proceso en que crecen juntos y en el cual 'los argumentos de la autoridad' ya no rigen. Proceso en el que ser funcionalmente autoridad requiere el estar siendo con las libertades y no contra ellas.
Ahora ya nadie educa a nadie, así como tampoco nadie se educa a sí mismo. Los hombres se educan en comunión, y el mundo es el mediador".
(Pedagogía del Oprimido, Siglo XXI Editores, p. 86).
Gracias por brindar esta oportunidad a que las personas sigan apostando a cumplir sus sueños.
Enseñar es enseñar a dudar.
Eduardo Galeano
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