Mi objetivo no es que el alumno sienta miedo o temor por todas las fórmulas que le mandan a aprenderse en la escuela. Por el contrario, creo que mediante una enseñanza con el uso de ejemplos, la comprensión de los conceptos y un poquito de historia se puede lograr un giro de 180 grados. Conozco diversas técnicas para lograr que mi objetivo sea cumplido, pero siempre estoy abierto a conocer métodos nuevos y a adaptarme a lo que el alumno se sienta más cómodo y crea que le resulte beneficioso. Otro de los factores que creo que es fundamental en este tipo de clases es la distensión; no tomarse los encuentros como algo formal puede ayudar a que el alumno no se sienta como en la escuela en donde debe aprender todo a rajatabla y se permita relajar un poco la mente, permitiendo entrar ideas nuevas que pueden ayudarlo a solucionar la dificultad en la que se encuentran. Soy una persona joven, que entiende de primera mano cómo se puede llegar a sentir alguien ante una dificultad escolar y por eso también creo que las cortas diferencias de edades pueden ayudar mucho en la relación profesor-alumno que se puede llegar a construir. Es esta edad también la que me permite manejar tecnologías que a personas de otras generaciones les puede llegar a crear dificultades; Geogebra, photomath o zoom son solo algunas de las aplicaciones con las que cuentan los alumnos y creo que no utilizarlas sería un desperdicio. Espero que confíes en mí.

Matías