¡Hola! ¿Cómo están?
Los invito a animarse a aprender nuestra historia del Siglo XIX. No soy "la profe de historia" que es como una piedra en el zapato porque las clases aburren y salen sin entender nada.
En mis clases jugamos con los personajes, los hacemos revivir. Tomamos mate con San Martin o participamos de una tertulia con Mariquita Sánchez. Somos protagonistas del terremoto de 1861 que dest...
¡Hola! ¿Cómo están?
Los invito a animarse a aprender nuestra historia del Siglo XIX. No soy "la profe de historia" que es como una piedra en el zapato porque las clases aburren y salen sin entender nada.
En mis clases jugamos con los personajes, los hacemos revivir. Tomamos mate con San Martin o participamos de una tertulia con Mariquita Sánchez. Somos protagonistas del terremoto de 1861 que destruyó Mendoza, y como este, muchos ejemplos más.
Todos pueden aprender.
En las empresas también se puede jugar a la hora del almuerzo, en un break o a mitad de mañana.
Las clases se adaptan a todos los horarios y las personas. La experiencia con empresas es muy buena porque en la integración de áreas, se conocen personas que no sabían que trabajaban en el mismo lugar y en su gran mayoría entienden los actos escolares y el "detrás de la escena" de ese personaje que les toco representar.
Para las Universidad propongo ser parte de la capacitación de los guías. Enseñarles a contar el patrimonio con ímpetu, con orgullo y saber la historia de lo que ya no está, porque esos lugares que por algún motivo desaparecieron, tienen una historia que vale la pena conocer.
Nuestra historia es compleja y apasionante, solo hay que estar dispuesto a saber de que se trata.
Nos vemos pronto.
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