Siempre he sido partidaria de que el amor a las ciencias y su entendimiento parte de la forma en la cual nos la enseñan; con el paso de los años me he dado cuenta que la formación en ciencias es un proceso que requiere solo de una cuestión: que toda duda/pregunta por más sencilla o compleja que sea es válida.

Por esta razón mi metodología de enseñanza se basa en un diagnóstico sincero sobre el estado de los conocimientos del estudiantes, para que a partir de esto se puedan generar preguntas que incentiven al estudiante a curiosear y comprender los conceptos desde sus raíces. Por medio de ejercicios, actividades y sobre todo asociación de los problemas presentados con soluciones prácticas y tangibles se espera entonces llegar a la base de los conceptos y su aplicabilidad en el día a día.