Isabel Edith Alvarez

La metodología de enseñanza se adapta al alumno, desde 0 o para evacuar dudas de realización de proyectos, aprendizaje de nuevas técnicas etc. .

El Crochet es una actividad placentera, por lo que se trabaja desde ese punto de vista, lo que no implica que pueda enfocase también desde su costado comercial, aspectos que se analizarán en las clases.

La conjunción de tarea grata, terapéutica y con posibilidades comerciales (lo que no la convierte, de encararse desde esa perspectiva, en algo menos agradable) hace del Crochet una actividad amplia y completa que puede realizarse tanto en soledad, mirando una película, escuchando música, viajando o tomando unos mates, té o café, o por el contrario compartiendo un espacio con otros, donde el tejido puede ser el pretexto para intercambiar experiencias, historias de vida .
A lo largo de mi vida, pasé por todas esas vivencias, donde el crochet se convirtió en la actividad que me permitió procesar internamente, mientras tejía, lo que me pasaba en ese momento por el alma. Otras veces fue el nexo conductor para compartir un espacio de enseñanza aprendizaje, donde todos los que formábamos parte salimos enriquecidos, tanto por los aportes técnicos que pudieran darse como por la palabra que se entreteje con los hilos y los puntos formando una trama. También fue ese espacio en el que mi niña interna jugó a crear, elegir formas y colores, armar y desarmar, sin preocuparme por la utilidad que pudiera tener el objeto que estaba creando, simplemente dejándome llevar por el placer de manipular texturas, colores, agujas y puntos.