Me gusta dar clases desde los 14 años.
Ahí empecé ayudando a compañeros del colegio y a chicos menores que yo.
Hoy en día me dirijo de manera particular a ser un apoyo en el idioma marcando clases continuas (semana tras semana) con una constancia de 1, 2 y hasta 3 días en los casos que deba haber mayor sostén.
Me manejo marcando primero la teoría en todos los casos y luego con mucha ejercitación, soy de las que cree que depende mucho de lo que uno haga a nivel escrito la acentuación de la teoría. Siempre acompaño en los ejercicios de forma observadora y aclaro que no me molesta en lo absoluto que se equivoquen, al contrario, necesito que pregunten hasta lo más mínimo, así crean que es la duda más absurda.