Hay muchos dichos que caracterizan una lengua, le dan identidad…
El título es uno de ellos, aunque parezca el lugar soñado siempre habrá motivos, personas y en este caso modismos tan lejanos de los que se supone que los hablantes estudiosos de una lengua, ávidos por conocerla en su plenitud desean comprender rápidamente. Lamentablemente no es así en un gran porcentaje.
En una ocasión cuando ayudaba a una joven alemana a perfeccionar el español, hallé a un ser indefenso y triste; su residencia en Argentina, más precisamente en su lugar de trabajo, se hacía tedioso por la falta de conocimientos de algunos vocablos o expresiones muy propias de la idiosincrasia del lugar.
Por otra parte, mi alumna muy perfeccionista, sabía que estas frases hechas se encuentran presentes en todas las lenguas y en el habla de todas las personas usuarias de cada idioma y que solo se comprenden en el contexto sociocultural en el cual son empleadas.
Una vez más recurrí al método de enseñanza que desde hace años llevo a cabo, basado en que el estudiante practica el español en situaciones reales o participa de la vida cotidiana de quien redacta este sencillo texto.
Estaba claro que mi enseñanza debía promover actividades de interacción o inmersión lingüística lo antes posible: un rápido paseo por supermercados, museos, shopping y confiterías, acompañamiento a clases de tango algunos martes, visitas a diferentes familias nativas y extranjeras residentes en Bahía Blanca y mini tour por los alrededores de la ciudad.
Un enriquecimiento acelerado del aprendizaje del español aportó a Judith mayor confianza y autoestima lo que facilitó la integración con sus pares de la empresa petrolera, de quienes recibía diariamente incomprensión y risas.
No todo es color de rosa… al menos eso fue lo que mi simpática alumna intentó explicar cuando se despedía de este lugar. Lo que había aprendido en su Berlín natal distaba bastante de nuestro español rioplatense.
De todas maneras la estadía de cualquier extranjero en una ciudad tan lejana a la de origen, siempre recompensará dando experiencias.
Una vez más concluyo aseverando que se aprende viviendo, sintiendo y haciendo.