• Los sueños no se cumplen, ¡se trabajan!...

Los sueños no se cumplen, ¡se trabajan! Siempre se puede hacer algo más para llegar a la meta.

Los sueños no se cumplen, ¡se trabajan!

Siempre se puede hacer algo más para llegar a la meta, lo importante es no volverse loco en el camino. Mi estrategia para eso es motivarme día a día con las pequeñas cosas y los logros que nos ayudan a avanzar.

¿Cómo llegar a mis objetivos?

La respuesta a todas esas preguntas es la misma: LOS SUEÑOS SE TRABAJAN.

Para llegar a la meta hay que tener primero un objetivo, un sueño, una aspiración. Pero no quedarse solamente ahí. Uno puede soñar mucho, pero si no le dedica tiempo y hace algo, ese sueño no va a caer del cielo.

Es por eso que a mis alumnos siempre les digo tres cosas:

- No hay preguntas idiotas

- Nunca es demasiado tarde

- No hay que conformarse y asustarse en el proceso.

PARA ALCANZAR EL SUEÑO DEL TÍTULO HAY QUE APROBAR MATERIAS Y PARA APROBAR MATERIAS HAY QUE DEDICARLE TIEMPO. CON EL TIEMPO Y LA CONCENTRACIÓN TODO LLEGA Y EN ESTA ÁREA DE LA VIDA NO ES UNA EXCEPCIÓN.

Por eso siempre digo: "Los sueños no se cumplen, se trabajan". Para trabajar por ellos es bueno fijarse pequeñas metas y para eso hay que apoyarse y ayudarse mutuamente. Deseo de corazón poder seguir acompañando a mis alumnos en este proceso.

Mientras tanto, aspiro a motivar y dar esperanza.

El camino del estudio es arduo pero nada que sea fácil merece la pena.

No hay que desanimarse.

Siempre me acuerdo que en mi época de estudiante yo me sentía en una carrera interminable.

Llega algún punto del camino en el que uno desdibuja la meta y siente que está sólo en el mundo. Pero NO es así. Hay que enfocarse y renovar las energías. ¿Cómo hacemos eso?

Con el apoyo, de la familia, de los amigos, de los afectos, de los profes que estamos dispuestos a enseñar con el alma.

Es muy común que mis alumnos me pregunten si no me canso de enseñar.

La respuesta siempre es no.

Porque cuando uno AMA lo que hace, todos los días son un disfrute.

Sí hay días complicados y largos.

Sí hay cosas que no me gustan del todo.

Sí hay momentos en que me agoto.

Son circunstancias normales y uno es humano.

Pero cuando uno está contento con lo que hace siempre se ve la satisfacción a corto o mediano o largo plazo.

Y para mí eso es lo importante.

Ver que mis alumnos aprueban, que me escriben felices porque llegan a la meta, es impagable.

Agradezco día a día poder caminar codo a codo junto a colegas y estudiantes.

Espero poder seguir así muchos años más.

Xime