Sin dudas, ante todo, sí, efectivamente disfruto mi trabajo (y enseñar, y enseñarlo). Sé que estoy diciendo mucho, que esa frase es muy abarcativa así que te voy a contar en detalle.
No lo hago por oficio ni por obligación, lo hago, porque me sirve: me sirve repasar conocimientos y, no solo eso ¿Escuchaste alguna vez eso de que "la práctica hace al maestro"? Te aseguro que es absolutamente cierto.
No por abierto a charlar pierdo autoridad, no por ofrecer un feedback me presto a relativizar el conocimiento: soy hijo de las ciencias, formado en la Universidad de Buenos Aires, lejos estoy de las teorías de la post verdad y del relativismo tosco que tanto mal nos ha hecho y aún nos hace.
De fondo, obviamente, hay cierta humildad en mi postura, pero, también, como dije, autoridad; y esa autoridad tiene su razón de ser, no solo en mis conocimientos previos sino también en la necesidad de ofrecer un aprendizaje ordenado y claro.
Me gusta ser didáctico, tener paciencia, llegar al estudiante, explicar las situaciones operativas y los conceptos con la voz adecuada y los mejores formatos disponibles. Me gustan los pizarrones, los marcadores, los dibujos, recortes muy breves de los medios, etc.
En definitiva, para terminar de ser claro, explicar no solamente reafirma sino que también permite pensar en nuevas salidas sobre los mismos problemas que ya venìamos resolviendo por otras vías.
Además, explicar es una forma de hacer comunidad y no exclusivamente de "dictar conocimiento" porque, CUANDO EL CONOCIMIENTO REDUNDA EN UTILIDADES, necesariamente seguimos en contacto para seguir creciendo.