La Composición Fotográfica: Ley de los Tercios

Realizar una fotografía, desde el punto de vista creativo, implica la puesta en práctica de diversos factores que entran en juego. Uno de ellos es la COMPOSICIÓN. Y en la práctica, precisamente estamos componiendo una imagen reflejo de la escena que hemos visualizado con anticipación. ¿Y qué es componer desde el punto de vista fotográfico? ¿Es crear una imagen, es recrearla? Podemos decir en principio que componer es organizar los elementos dentro de un marco o encuadre fotográfico.

Estas imágenes pretenden mostrar y demostrar cómo difiere nuestra percepción o modo de captar la realidad, mediante los posibles encuadres que se ceñen a cada observador. Por supuesto que estas percepciones se encuentran a su vez condicionadas por múltiples factores intrínsecos y extrínsecos al receptor de esa imagen o realidad, tema tal vez que merece ser mencionado ampliamente en otro artículo.

En concreto, en la primera imagen, que se muestra a la izquierda de esta representación compuesta, se observa la percepción original de un observador que ha captado dicho encuadre con su cámara, donde el sujeto consta de una figura monumental ubicada en el centro de la imagen, con la aparición sutil de una media luna a la izquierda y a la misma altura de la cabeza del monumento. Una imagen de tales características suele ser estática, sumando una mayor rigidez a la ya impuesta por la escultura misma de mármol de Carrara. Una imagen centrada "obliga", por así decirlo, al espectador a llevar su mirada allí, perdiéndose la posibilidad de recorrer dinámicamente el resto del cuadro. En la imagen de la derecha, surgida de la primera a la cual se realizó un reencuadre, según la ley o regla de los tercios, la figura escultural y principal de la imagen se encuentra en el tercio vertical derecho de la misma, favoreciendo una composición más armoniosa y equilibrada, y permitiendo al espectador un recorrido dinámico del cuadro entero. La grácil luna, ahora juega un papel perspicaz.

Ley de los Tercios

Esta ley divide, mediante líneas rectas imaginarias, la escena en tres partes, tanto horizontal como verticalmente. Las líneas que determinan estos tercios se cortan en puntos estéticamente adecuados para ubicar el centro de interés. Esto determina una composición asimétrica de la imagen, que resulta más dinámica y con mayor fuerza expresiva que la clásica y estable imagen simétrica. Ambas pueden estar en equilibrio pero con distintos pesos focales.

Fotografía: Kary (Karina Ibarra)

Edición y artículo: Karina Cáceres - Docente de Fotografía

Temas